Leyenda de la Virgen del Rocío

Cuenta la leyenda que entrado el siglo XV se encontraba Gragorio Medina, natural de Villamanrique de la Condesa (Sevilla), que había salido a cazar en la Villa de Almonte, en el sitio llamado de La Rocina cuando notó que entre la maleza había algo ya que sus perros ladraban pero no se atrevían a rocio-pastoraentrar. Penetró aunque a costa de no pocos trabajos, y, en medio de las espinas se encontró con la imagen de la Virgen colocada sobre el tronco de un árbol. Era de talla y su belleza peregrina y vestida con una túnica de lino blanco y verde, Cargó con la imagen y se encaminó hacia Almonte que se encontraba a tres leguas del lugar (unos 13 km.), pero no era fácil, se había esforzado tanto que, agotado, se recostó y se durmió. Cuando se despertó, la imagen no estaba junto a él. Volvió entonces al lugar donde la había encontrado y descubrió la talla de la Virgen allí de nuevo. Bajó al pueblo y contó lo sucedido. 
El clero lo acompañó entonces hasta el lugar y, sorprendido, vio que Gregorio había dicho la verdad. Rescataron la imagen situándola en la Iglesia Mayor de Almonte. ermitarocío1 Posteriormente fue edificada en la Rocina, una pequeña ermita con un altar para colocar la imagen de tal modo que el tronco en el que fue hallada le sirviese de peana y cuya advocación fue la de Virgen de las Rocinas. En 1653 se dice que se apareció en época de sequía, las plantaciones se estaban secando así que un lugareño la puso en un sombrío y le pidió el milagro de la lluvia con mucha fe. Tras esto comenzó a llover cayendo sobre ella el rocío de la lluvia por eso se cambió aquella denominación por la actual de Nuestra Señora del Rocío. Fue entonces cuando se proclamó Patrona de Almonte. 
Hoy la historia sitúa los orígenes del Rocío dos siglos antes y todo indica que fue Alfonso X el Sabio quien pudiera haber erigido aquella primera ermita, tras su conquista de Niebla en 1262, mandando colocar allí la bella imagen de la Virgen.

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